“En el desarrollo ágil, el cliente es parte del equipo del proyecto”. El rol del Scrum Master.
En CABSA creemos que el ejemplo es la mejor manera de enseñar algo.
Por eso, cuando hablamos el otro día sobre proyectos ágiles y las expresiones y roles que aparecen habitualmente en ellos, pensamos en presentaros a aquellas personas que lo hacen posible.
Como explicamos en esta entrada, en todo proyecto ágil las personas están siempre en el centro.
El Scrum Master, entre otras cosas, se encarga de que todo esto sea así. Pero en lugar de tirar de definiciones, os vamos a dejar que nuestro Scrum Master os hable un poco más de su rol y de los beneficios para los clientes.
Cabsa Digital Solutions (CDS): Daniel, antes que nada, muchísimas gracias por dedicarnos tu tiempo.
Daniel Benítez (DB): Es un placer.
Adoptar Scrum en Cabsa Digital Solutions nos ha dado escalabilidad y una estructura en la que la calidad y la entrega de valor es mayor.
CDS: Lo primero que queremos saber es qué es lo que te atrajo del rol de Scrum Master
DB. Para mí, la figura del Scrum Master no es solo ayudar al equipo a alcanzar los objetivos: también ayuda a cambiar las cosas y promover que las organizaciones sean ágiles.
Al llegar a Cabsa, vi que tenía un gran potencial desarrollado y que su gestión era óptima siempre y cuando su equipo fuera pequeño.
Sin embargo, la meta de la empresa era hacerse escalable y, para ello, vi que estructurando el sistema de trabajo con una filosofía ágil, todo funcionaría mejor.
En mi anterior empresa fui desarrollador de equipo Scrum y había visto tan de cerca el puesto de Scrum Master que en algunos proyectos, incluso, tomé ese rol.
Al conocer en profundidad la filosofía, propuse a la empresa que nos acercáramos a Scrum porque vi que nos serviría en ese momento en el que estábamos creciendo.
Adoptar Scrum en Cabsa Digital Solutions nos ha dado escalabilidad y una estructura en la que la calidad y la entrega de valor es mayor.
CDS. Pero en Cabsa Digital Solutions no usamos únicamente Scrum, ¿verdad?
DB. Exacto. Usamos principalmente Scrum en cuanto a nuestro framework de trabajo. Además, usamos XP para partes de la planificación como en las User Stores y visualización gráfica con Kanban.
CDS. Desde tu punto de vista, ¿qué le aporta un scrum master al cliente?
DB. El rol de Scrum Master a menudo se le llama facilitador porque es el que ayuda a crear una mentalidad ágil tanto en la empresa desarrolladora o partner como en el cliente.
Lo primero que mostramos al cliente es que el agilismo soluciona un problema intrínseco en el software: la incertidumbre.
Cuando hablamos de incertidumbre nos referimos a que las necesidades que un cliente tenga en octubre de 2020 difícilmente serán las mismas que en octubre de 2021.
Es decir, sabemos la necesidad que hay a día de hoy pero no exactamente qué habrá pasado con esa necesidad en el futuro porque no podemos predecirlo.
El Scrum Master acompaña al cliente en esa incertidumbre, despejándola a medida que pasan los sprints y se le va entregando valor cada poco tiempo, normalmente cada dos semanas.
De esta manera, con la entrega y evaluación continua del producto, el software se adapta a las necesidades de hoy y también a las de dentro de un año, porque en lugar de predecir el futuro, se han ido tomando las decisiones adecuadas sobre la marcha, analizando en cada momento qué necesita de verdad el cliente.
CDS. Ya sabemos qué le aporta tu rol al cliente, pero, ¿y al proyecto?
DB. El acompañamiento a la adaptación de las necesidades del cliente y al mercado, que es lo que hace que un proyecto funcione o no.
CDS. ¿Crees que un scurm master deja de hacer falta en algún momento?
DB. En la comunidad Ágil, en general, hay esa duda. Cuando empezó Scrum, se visualizó la posición de Scrum master como líder de grupo y también, más importante aún, como servidor del equipo y de la compañía.
La premisa inicial era que, cuando el equipo Scrum estuviera lo suficiente maduro y hubiera adoptado la mentalidad 100% ágil, el scrum master dejaría de hacer falta.
Sin embargo, con el tiempo se ha visto al Scrum master como un acompañante de toda la compañía en cuanto al agilismo, de manera que no solo el departamento de IT se empapa de esta filosofía si no todas las áreas de la empresa.
Por eso, cuando el equipo se vuelve cada vez más independiente, el Scrum master ha de mirar hacia la empresa y a ayudar en su gestión ágil.
Un software ideado y desarrollado para las necesidades de este año no se adaptará a las necesidades del año que viene.
CDS. ¿Qué pasa cuando el cliente es cero agile?
DB. Habría que ver qué significa que es cero ágil. De hecho, te diría que nadie lo es o, al menos, en el momento en el que un cliente ve cómo trabajamos siente tranquilidad y entiende que él también es ágil.
Te explico por qué.
Que un cliente sea cero agile significa que no quiere implicarse en absoluto en el proyecto, es decir, que al principio explica qué es lo que quiere, te da un plazo para la entrega y te paga. A partir de aquí, no vuelve a haber ninguna conversación hasta la entrega del producto.
Esta manera de trabajar es garantía de falta de éxito porque, aunque nadie lo ponga sobre la mesa, está claro que un software ideado y desarrollado para las necesidades de este año no se adaptará a las necesidades del año que viene.
CDS. ¿Puede darle miedo o respeto a un cliente que los desarroladores usen filosofías ágiles?
DB. Sí, en un momento es algo hasta común. Fíjate que, en los desarrollos tradicionales, se daba por hecho que lo que funciona bien hoy iba a funcionar también dentro de un año.
Con Agile, los mismos desarrolladores son los que le dicen al cliente que eso no es cierto. Ponen las cartas sobre la mesa y muestran al cliente esa incertidumbre.
Esto puede hacer que el cliente tenga un poco de reparo al principio. Sin embargo, en cuanto ve que la incertidumbre se va con la constante adaptación y evaluación de necesidades y producto, se siente más seguro y sabe que va a alcanzar sus objetivos.
La transparencia se ha de llevar al cliente porque el proyecto es un camino que recorren juntos y, como en cualquier relación, la confianza es clave.
CDS. Para ti, ¿cuáles son los valores más importantes del agilismo para el cliente?
DB. Para mí, el más importante es, sobre todo, la transparencia.
Cuando un equipo trabaja con total transparencia, comparte todo lo que ocurre y se crea confianza.
Esa transparencia se ha de llevar al cliente porque el proyecto es un camino que recorren juntos y, como en cualquier relación, la confianza es clave.
Desde mi punto de vista, sin confianza no hay colaboración, y sin colaboración no hay proyecto.
El otro valor que más aprecio es la responsabilidad.
Cada miembro del equipo ha de asumir la responsabilidad del proyecto. En caso contrario, no asumirla lleva a dos cosas:
La primera, la falta de responsabilidad te quita implicación, y esto provoca que el miembro del equipo no dé todo el valor que pueda aportar.
La segunda, que sin responsabilidad no hay motivación, que debe ser intrínseca a la tarea.
No es raro que un miembro del equipo se niegue a tomar mayor responsabilidad, sobre todo porque a veces la cultura empresarial no ayuda. La empresa, y los mandos intermedios y superiores, deben acompañar a los trabajadores a tomar la responsabilidad para que estos no tengan miedo a equivocarse.
CDS. Qué le dirías a un cliente que quisiera hacer un software a medida?
DB. Lo primero que le iría es, en el desarrollo ágil, el cliente es parte del equipo del proyecto. Que lo cogiese con ilusión porque el éxito depende también de él.
Estará completamente relacionado con el proyecto y va a verlo todo: lo bueno y lo malo. Eso debería motivarle para que supiera que el éxito o el fracaso también está en su mano.
Cuando, como cliente, estás trabajando con alguien que te propone este tipo de metodología, vas a estar ahí, vas a ver progresos. Vas a ver beneficios desde el principio, no dentro de uno o dos años.
La inversión empezará a rentabilizar al cabo de dos o cuatro semanas, es decir, en un plazo muy corto. Y durante el desarrollo tendrás un retorno, al contrario que en un proyecto clásico.
Al ser un desarrollo iterativo podrá ir viendo y aceptando, o no, lo que se va entregando. Podrá ir probando, interactuando y estará siempre informado, porque, además, la última decisión siempre será suya.